Macrobiótica


La macrobiótica, viene del “macro” Grande o Larga y “biótica” Vida. Larga Vida.
La Macrobiótica no es una dieta, es un estilo de vida. Se basa en la filosofía Oriental del Principio Único, también conocido como el Yin y el Yang, el equilibrio entre los opuestos.
George Oshawa recuperó y extendió un antiguo modo de vida y alimentación:
La macrobiótica
Toma la forma de una autogestión de la salud accesible y eficaz, ya que está basada en la comprensión de las leyes de la naturaleza aplicadas a la dieta. No rechazamos nada, al revés, lo abarcamos todo, ya que de lo que se trata es de precisar, dar una información y el modo de manejarla. Los alimentos son la esencia de la vida y se transforman en sangre y células.
Todo nace de nuestro cuerpo
Todo depende básicamente de dos cosas: emociones y dieta, que forman una relación estrecha, a veces viciosa y de la cual no es fácil salir: dulces, lácteos, cacao, café, huevos, y excesos en general.
Las leyes principales en la naturaleza visto desde el punto de vista de la macrobiótica y basándonos en el ritmo de las estaciones son:
1º lo pesado que calienta, contrae, endurece. Yang
2º lo que sube, se expande, se enfría, necesita calor, acumular liquido y ablandar, diluir la sangre. Ying
Estos dos tipos de alimentos están definidos en su composición por las sales minerales:
Sodio del primer caso y Potasio en el segundo, que son las sales mas abundantes y las que tienen mayor oposición entre si y por tanto las que llevan el trabajo de regular el Ph, o sea los líquidos sin menospreciar otros alimentos. Del correcto equilibrio de ellas depende la armonía en nuestro cuerpo y en nuestra vida en gran parte.
Sus Objetivos son:
Resistencia al cansancio y condiciones climáticas adversas, buen descanso pudiendo reducir las horas de sueño sin mermar el descanso, buena memoria, humor y apetito sin gula ni lujuria. Buen rendimiento y afectividad y prosperidad tanto ética como material.
La Macrobiótica restituye el ritmo de la naturaleza y su armonía en el ser humano, no solo por recuperar el ritmo de las estaciones, sino también a nivel biológico. Las hormonas añadidas a los alimentos que ingerimos nos hacen madurar más rápido y envejecer antes.: premenopausia y cánceres en el aparato reproductor.
Se basa en el equilibrio de los cinco elementos de la naturaleza. Cada elemento está relacionado con una estación del año, direcciones, sabores, colores, partes del cuerpo, climas, emociones, etc.
Todo en uno y al mismo tiempo
Vivimos rápido y sufriendo sin apenas conciencia de ello y sin compensación ni suficiente descanso sumergidos en una inercia anestesiante que proporciona el mismo sistema, evidentemente: perdiendo nuestro centro. Hay que cambiar esto, pero con inteligencia y continuidad lo que proporciona estabilidad y solidez, con objetivos alcanzables y llegando al final de una forma flexible, no con ritmos explosivos que crean rechazo e inestabilidad y se apagan enseguida haciendo más que nada ruido, o sea recuperar el SENTIDO COMÚN, el menos común de los sentidos.
Macrobiótica y las Emociones
Las emociones y actitudes pueden ser estudiadas como opuestos complementarios, tal como se clasifican las comidas dentro de la macrobiótica.
Las emociones negativas están relacionadas con algún desequilibrio en el funcionamiento de algún órgano de nuestro cuerpo. El odio, la irritabilidad, la violencia son emociones conectadas con la condición del hígado - la emoción opuesta que equilibra es el perdón, la indulgencia. La preocupación y tristeza se relacionan con el estómago, bazo y páncreas. El miedo excesivo se conecta con los riñones y vejiga. La ansiedad y nerviosismo se relacionan con el corazón, la falta de reacción o la reacción excesiva se relaciona con los pulmones.

Desde el punto de vista de las características positivas (cuando los órganos están en equilibrio) el hígado se relaciona con la benevolencia y la amabilidad, el corazón con la comunicación y las relaciones, el estómago/páncreas/bazo se relaciona con la consciencia de nuestra potencialidad y con la creatividad, los pulmones con la concentración, los riñones y vejiga con el coraje, las ganas, la fuerza interior.
De esta manera, podemos decir que las emociones son síntomas de nuestra salud física y pueden ser modificadas analizando la condición del órgano específico con el cual se relacionan.
Existe mucha gente que si bien físicamente se encuentra saludable sus síntomas emocionales (enojo, miedo, depresión, pesadumbre, etc.) o el deseo de encontrar mayor profundidad espiritual lo llevan a comenzar un estilo de vida macrobiótico. La macrobiótica también ayuda a comprender más profundamente cómo nuestras emociones también son un espejo de nuestra condición y salud y la manera de equilibrarlas.

La macrobiótica estudia los opuestos y complementarios - esto nos permite enfocarnos en los excesos y deficiencias y respetar nuestras limitaciones manteniendo la armonía en nuestra vida cotidiana. Empezamos a ser conscientes de cuánto es demasiada actividad o demasiada relajación, demasiada rigidez o flexibilidad, actitudes positivas o negativas, etc. Todo tiene su opuesto y su complementario y para estar en armonía es importante que éstos se encuentren equilibrados.

Macrobiótica y Salud
Los principios macrobióticos aplicables a la nutrición y a la salud en general pueden dar resultados verdaderamente asombrosos.
A través de esta alimentación reconstruimos y purificamos nuestra sangre devolviéndole la salud al organismo. Cuando logramos mejorar la calidad de nuestra sangre, nuestra salud, inmunidad y bienestar se ven fortalecidos. De esta manera los "cimientos o pilares" de nuestra salud son sólidos, fuertes.
El objetivo de la macrobiótica no consiste en obsesionarse con la comida ni con la salud. Simplemente busca comprender cómo actúan los alimentos en nuestro organismo y lograr un óptimo nivel de salud para poder despreocuparnos de las enfermedades y de la energía destinada a resolver constantes problemas de salud, dolores, depresión, malestares en general. Así, si la salud física y mental se encuentran en orden, podemos enfocar nuestras energías hacia nuestros emprendimientos, proyectos, familia, relaciones, etc.
Como podemos observar, la macrobiótica es una manera de enfocar la vida, y no simplemente una dieta sana y natural como tantas otras. La clave de la macrobiótica es observar si la estamos disfrutando y nos hace sentir felices, de lo contrario no tiene sentido ya que la vida está hecha para disfrutarla. Lo maravilloso de la macrobiótica es la flexibilidad, cada persona puede practicarla de acuerdo con sus propias necesidades y circunstancias.
Recuperando la salud...
La calidad de nuestra sangre la creamos cada día de nuestras vidas. Nuestra sangre alimenta las células, tejidos, órganos, genes, hormonas, nervios, cerebro. La calidad de éstos estará directamente relacionada con la calidad de la sangre. El enfoque macrobiótico nos enseña que si algún órgano de nuestro cuerpo se ve afectado, tendremos que cambiar la calidad de la sangre que lo nutre para modificar esa condición. Asimismo, si una persona tiene muchos cambios anímicos, se encuentra depresiva o mentalmente inestable, la sangre nuevamente es un factor importantísimo ya que ésta nutre los componentes de todo el sistema nervioso.
Los factores que influyen en la calidad de nuestra sangre son:
· pH - Equilibrio entre ácidos y alcalinos
· Azúcar
· Grasas y aceites
· Agua
· Equilibrio sodio/potasio
· Concentración de otros minerales
· Equilibrio yin-yang
Si aprendes a cambiar la calidad de tu sangre, puedes crear y mantener la salud en forma estable y armoniosa.

1 comentarios:

{ Jardín Zen } at: 4 de noviembre de 2013, 11:32 dijo...

Me agrada mucho el artículo un contenido que invita a una nueva vida...gracias

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