Educación en Valores


Es domingo de finales de setiembre.
Llegamos al Museo Palmira invitados a participar de la charla/taller con almuerzo compartido entre los participantes.
Nos convoca un tema relevante: Una nueva educación. Una escuela humanizada para los nuevos niños, aquella que es menester acercar a nuestros días o por lo menos abreviar el camino hacia su concreción más inmediata.
Para disertar y llevar a cabo las prácticas fue convocada Irene Acero*, que comenzó con una breve presentación: Estoy muy feliz de estar acá, super agradecida, después de 10 años de estar al frente de un proyecto educativo muy grande, que es la escuela Satya Sai Mahatma Gandhi de Castelar (Buenos Aires), una escuela, que desde su creación, aplicó un programa que se llama Educare. Fue un proyecto que veníamos amasando muchas personas desde hace más de 20 años.

Ser maestro
Mi búsqueda de la profesión fue siempre paralela a una búsqueda personal y espiritual. Creo que las cosas siempre vienen a nosotros, a veces uno siente que busca, pero a lo largo de mi vida aprendí que más que buscar hay que dejarse fluir y sentir cómo las cosas nos buscan a nosotros. Este paradigma en el que vivimos nos empuja a hacer, hacer y hacer y a veces el hacer es como ciego ¿no? Uno dice realmente ¿estoy haciendo desde el corazón, estoy alineado con lo que estoy haciendo? ¿Responde esto a mi verdad interior?, ¿lo estoy haciendo desde un lugar de profundidad?, ¿lo estoy haciendo por inercia?
Soy maestra, tengo la sensación que justamente el ser maestro es una de las profesiones más dignas, más maravillosas… me gustaba la pintura, la música, la literatura, el arte. Quería hacer algo que englobara eso, y ser maestro engloba todo: un buen maestro tiene que saber bailar, tiene que saber pintar, saber reír, tiene que saber leer cuentos, tiene que ser inquieto espiritualmente, entonces me di cuenta que la vocación docente traía esta maravilla de ser un compositor. El maestro es un compositor. Es como una receta: agarro este cuento, agarro esta técnica y compongo una clase que es absolutamente diferente, obviamente voy a tener en cuenta los contenidos curriculares, pero esos contenidos los puedo trabajar al aire libre, lo importante es transmitir: celebrar la vida, la sonrisa, las ganas de vivir, trasmitir la felicidad…

La escuela
Luego de formar parte de otros proyectos, llega la propuesta de fundar la escuela Gandhi. Irene continúa: En todos estos años, fue mi sensación haber sido becada por el destino por trabajar en una escuela donde el ideal era llevado a la práctica.
Todos estamos aquí por una visión, estamos sintiendo que necesitamos una educación diferente, los maestros, los padres sentimos que estamos educando para un mundo que ya no existe, hay un paradigma que se está cayendo a pedazos, y ¿qué es un paradigma?, es un conjunto de nociones que generalmente parten de la física y que tienen que ver con una idea del mundo. El mundo está atravesando una crisis de paradigmas, las economías se caen, se caen las creencias a las cuales nosotros nos aferramos y pusimos nuestra falsa seguridad, por qué digo falsa seguridad, porque el único lugar seguro es nuestra interioridad, la única fuerza que nos sostiene es estar alineados con nuestro ser interno.
Todo esto que armé es producto de mi experiencia, es teoría que he puesto en la práctica. Creer es crear es proyectar una visión, la sabiduría tolteca, la llama la “maestría de la verdad”, es cuando uno se da cuenta que existe otra realidad: la realidad espiritual. Entonces qué pasa? Por qué estamos todos en crisis? Porque no se sostiene más. El ser humano se mantuvo durante este paradigma escindido mente/cuerpo y espíritu. Lo que está sucediendo ahora es que se está volviendo a conectar el nivel espiritual desde la ciencia.
Entonces lo primero que para mí es importante es visualizar qué es verdad para nosotros. Yo estoy aquí por una visión, aquí hay un grupo de personas que están visualizando que la Educación ya no se sostiene como está, que es necesario un cambio y también en este cambio es muy importante la actitud interna, no estar peleando… Las escuelas se han transformado en una trinchera, donde están los maestros por un lado, los padres por otro, los directivos por otro y es un gran campo de batalla, donde lo último que se mira es al niño, entonces… como amigarse. Esta es la visión sistémica que tiene que ver con los “ordenes del amor”.
La escuela Gandhi fue una materialización: hace más de 25 años, muchas personas conocimos el programa Educare, viajábamos por el país hablando de que existía una educación en valores, que desplegaba la verdadera esencia humana y cada vez que hacíamos una visualización, queríamos una escuela así, una escuela ideal, donde los padres se formaran junto con los maestros, que hubiera talleres para familias, que la familia integrara los proyectos, o que los maestros se capacitaran y se alistaran, que los niños armonizaran, que hubiera huerta y realmente Gandhi fue ese gran ideal.

La Misión
Yo considero que la visión es lo primero, porque genera una sinergia imparable de contar.
Estamos viviendo actualmente un gran salto cuántico de conciencia, que lo vivimos desde el lugar que estemos y esto tiene que ver con la espiritualidad, no con la religión.
La visión más el don se transforman en la misión. ¿Qué pasa cuando hay un grupo de personas mirando hacia un lugar alimentando una visión y sumando el don?, eso se transforma en una gran misión. Entonces cuando uno apunta a una visión y va generando esa levadura de trabajo mirando la visión, sin perder la meta, se genera una mística, esa mística tiene que ver con un estilo de trabajo: todos apuntamos claramente a una meta y la explicitamos. Cuando uno apunta a una meta y esa meta apunta a la verdad se ingresa en un camino de autoconomiento y transformación. Y acá vienen las preguntas básicas de la filosofía: ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí? y ¿Adónde voy? Esto es lo que nos lleva a iluminar nuestro interior. Autoconomiento, transformación y las 3 preguntas de la filosofía, nos convertimos en agentes de cambio.

Agentes de Cambio
Un agente de cambio es una persona que encarna el cambio, alguien que demuestra que es posible otra realidad, alguien que ve la parte llena del vaso, obvio, la parte vacía existe, pero para avanzar es necesario mirar lo que está lleno. Si nosotros miramos lo que no hay, no vamos para adelante. Los chinos dicen que “crisis oportunidad son las dos caras de una misma moneda”, pero para dar el salto, hay que darlo sobre la oportunidad, inclusive lo que mueve la rueda del cambio, no es la queja, sino el ser agentes de cambio. Los toltecas dirían: cambiar el sueño. Me gusta mucho la sabiduría de los pueblos originarios, por dos motivos: porque la siento como parte de mi esencia, de mi verdad y porque siento que es la semilla de América.
Tolteca significa “artista de la vida”, vivieron hace 5000 años. Ellos sentían que el mundo real era como un sueño, una irrealidad: era la suma de los acuerdos y creencias que nos metieron en la cabeza desde que nacimos. Ellos descubrieron que cuando uno contacta la maestría y la verdad es como contactar la verdad y el amor que residen en nuestro interior y para eso existe la maestría, la transformación… es cambiar el sueño, no ese sueño que nos contaron, sino la verdadera realidad que somos: somos verdad, somos paz, somos amor. Para desactivar este gran sueño, existen 4 acuerdos básicos, estos 4 acuerdos son como espadas que atraviesan el sueño y nos llevan a nuestra verdadera realidad.

Nuestra esencia
Dentro de nosotros tenemos todo, estamos alineados, tenemos verdades, somos seguros, esto es lo que transmitimos en la escuela a los niños: ellos, conociendo su interior, pueden ser agentes de cambio. Un niño que está educado en valores, que es paz, es amor, sale al mundo con seguridad. Es un agente de cambio. Porque esta educación nos hace fuertes, esta educación es nuestra verdadera esencia… somos paladines de los valores.

*Irene Acero
Integró el Comité Editorial de Errepar-Longseller. Editora de Colección Armonía, libros de cuentos para niños inspirados en la Pedagogía Waldorf. (Editorial Errepar). Creadora de la Colección Leyendas, Mitos y Cuentos de los Pueblos Originarios, con 20 títulos publicados (Editorial Longseller)
Editora de la Colección Cuentos para los Nuevos Niños (Editorial Devas). Es Profesora de Educación Inicial. Coordinadora del Jardín de Infantes Escuela Del Pilar. Fue Directora del Jardín Armonía de Palermo y co-fundadora de la Fundación para la Educación en Valores Humanos de la Escuela Primaria Armonía (1995/2000).
Directora Fundadora de la Escuela Sathya Sai Mahatma Gandhi de Castelar (Nivel Inicial y Primario) desde 2001 hasta 2010 inclusive.
Cursó la Formación de Pedagogía Sistémica en el centro Bert Hellinger. (2007/2009)

2 comentarios:

Anónimo at: 19 de diciembre de 2011, 11:58 dijo...

qué fantástico todo lo que transmitiste en esta charla Irene! Gracias por compartir en esta hermosa revista un testimonio tan valioso que nos da nuevas formas de mirar y practicar la educación para los nuevos niños!

{ ESPACIOS - la Revista } at: 24 de diciembre de 2011, 14:01 dijo...

Fue fantástico participar de la charla taller de Irene Acero. Gracias a todos

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